Refitolero

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miércoles, 4 de noviembre de 2015

TICS en la escuela. Imprescindibles para funcionar.


 
 
Las TIC son instrumentos de nuestra época, y deben estar presentes en las aulas principalmente por dos razones:

- Las TIC proporcionan muchas herramientas y recursos didácticos que, bien empleados, pueden facilitar los procesos de enseñanza y aprendizaje, de manera que los alumnos aprendan más y mejoren sus resultados académicos.

- Los alumnos necesitan desarrollar sus “competencias digitales” (pues las TIC estarán cada vez más presentes en el mundo del mañana para el que preparamos a nuestros alumnos), y para ello resulta imprescindible que realicen múltiples actividades de aprendizaje con el apoyo de las TIC.

El colegio, los profesores y los alumnos estudiantes deben adaptarse pues a las nuevas herramientas y adquirir las competencias necesarias para utilizarlas con eficacia y eficiencia. Porque solo si se saben usar bien y se usan bien y de forma adecuada a las circunstancias formativas, las TIC facilitarán el logro de los  objetivos educativos.

También hay que tener en cuenta que no solo aprendemos en la escuela, también fuera; hay que ver de conectar lo informal con lo formal. Es en definitiva el aprendizaje a lo largo de la vida, que se ve tan potenciado con un buen uso de las TIC. 

Todas las tecnologías (bien utilizadas y en los momentos oportunos) pueden ser útiles, lo importante es saber dónde queremos ir (qué objetivos se pretenden), y en función de ello y del contexto (alumnos...), elegir. Además las TIC van cambiando, no hay que acostumbrar a los alumnos solo a determinadas TIC, sino a su gran diversidad. 

En el colegio hay la tecnología que hay, y el profesor debe adaptarse a utilizar la que tiene disponible, en la medida que le resulte útil. Luego, si considera que necesita otra tecnología intentará que el centro la pueda conseguir. Además, como no hay dinero para comprar todos los recursos deseables, habrá que aprovechar lo que se tenga.  

No obstante, es la consideración de los objetivos educativos que se pretenden conseguir en cada caso, lo que determinará la decisión del profesorado sobre  qué actividades de aprendizaje (quizás actividades con TIC o quizás sin TIC) resultan más idóneas en cada circunstancia.

Primero hay que tener claros los objetivos y las actividades de aprendizaje/evaluación idóneas en cada caso. Las TIC, si procede utilizarlas, se han de poner al servicio de la estrategia metodológica diseñada para facilitar el logro de los objetivos.
 
En todo caso, más que pensar qué recurso utilizar, conviene pensar cuándo, para qué actividad.

Tampoco hay que uniformar el uso de las TIC, hay que considerar los estilos de aprendizaje e inteligencias múltiples… de la gran diversidad de alumnos. Diversos estilos de ser,  de aprender…

Una vez disponemos de los recursos tecnológicos adecuados, lo principal es asegurar una buena formación al profesorado en el manejo de estos recursos y en su uso didáctico. Dotaciones de tecnologías poco adecuadas y una formación inadecuada de los profesores (que a veces se unen la falta de tiempo y de motivación para implicarse en el cambio) son los factores que habitualmente dificultan la buena integración de las TIC en los centros docentes. Además la tecnología cambia rápìdo… y hay que tener una actitud de adaptación (aunque sensata, sin apuntarse a todo lo nuevo porque sí)

Para que el profesorado acepte y se implique en las innovaciones, es conveniente lograr que “vea” (hay que convencerle de verdad) que la innovación realmente tendrá un impacto importante de mejora en los aprendizajes de los estudiantes (es necesario que el profesor vea las ventajas de la innovación), que la innovación está a su alcance aplicarla (que está preparado y no va a requerir un largo proceso de formación previo), que la innovación no le va a suponer riesgos de “descontrol en las clases” (es decir, no será fuente de nuevos problemas) y que la innovación no le va a suponer un incremento significativo de su tiempo de trabajo . Hay profesores que tienen claro que las TIC les ayudan. Otros no. Si a través de la formación o en contacto con otros compañeros ven buenos ejemplos, “buenas prácticas”, descubrirían motivos para utilizarlas (para actuar, para cambiar hemos de tener motivos). Ya sabemos que del ejemplo se aprende mucho. Especialmente se puede ocupar de esta labor el coordinador TIC.

Formación del profesorado no solo debe ser sobre el manejo de las TIC; sobre todo debe ser didáctica (hay profesores que tienen déficits en su preparación didáctica general).

Un buen planteamiento es promoverla formación interna dentro del colegio. Procurar que entre los profesores se puedan compartir sus saberes (en tiempos de reuniones docentes). Y cuando falte algún conocimiento, promover que algún profesor asista a algún curso externo para que luego pueda compartirlo con los demás.

También utilizar profesores de otros centros y lugares, que puedan dar sesiones por Internet. Tanto a los profesores como a los estudiantes; abrir el aula al mundo a través de internet. 
 
 

Un colegio debería tener: 

  1. Una conexión a internet (wifi) que alcance todo el centro, rápida y de alta capacidad para que se puedan conectar con eficacia todos los dispositivos.
Cada vez más los alumnos y adultos pedimos que rapidez en las conexiones. Los segundos de espera delante del ordenador o de cualquier otro dispositivo nos parecen horas. 

  1. Una sala multimedia con ordenadores específicos con tarjetas gráficas y memoria suficiente para cierto tipo de trabajos de diseño gráfico, edición de audio y vídeo que permitan el trabajo en HD.
Para cursos superiores (final de la ESO y en adelante) los portátiles (con hardware y software de más potencia) pueden ser necesarios para realizar – al menos- un buen número de actividades de aprendizaje, así como para completar el desarrollo de las competencias digitales de los alumnos (el manejo de los ordenadores es más complejo que el de las tabletas, y debe conocerse). 

  1. Una plataforma educativa para el uso del profesorado, de los alumnos y padres.
La plataforma educativa facilitan muchas cosas: la gestión del centro, la organización de buenos materiales didácticos (por materias, niveles, profesores…), disponer de  un entorno de navegación para hacer recorridos “seguros” según intereses (atención a la diversidad), mayor contacto y visibilidad con familia, mejor comunicación entre alumnos y con los profesores… Facilita el trabajo docente en equipo y también mejora la competencia docente. El centro debería tener una plataforma donde se pueden encontrar todos los integrantes de la comunidad educativa. Y resulta imprescindibles en casos de enseñanza semi-presencial en casos de ausencias prolongadas por hospitalizaciones y tratamientos que impiden la presencia del alumno en clase.

  1. La pizarra digital (mejor si es PDI) en cada aula.
Por sus múltiples aportaciones (tanto el uso de la PD como apoyo a la acción docente, como su uso por parte de los alumnos para mostrar y debatir trabajos), cada aula debería disponer de una pizarra digital simple (videoproyector, ordenador e Internet). Facilita el trabajo y la comunicación en gran grupo.

Pero hay que aprovecharla para introducir cambios metodológicos que mejoren los procesos de enseñanza y aprendizaje, y no solamente para hacer lo mismo que antes hacíamos con la pizarra de tiza.

Y si es una PDI, mejor, pues su interactividad mejora aún más la comunicación multimedia entre profesores y alumnos (permite capturar más la atención del alumnado, hay mayor contacto visual ya que nunca te pones de espaldas…). 

Es importante que el profesor se sienta cómodo al usar la pizarra digital (para ello debe tener una formación adecuada), y que compruebe y disfrute del valor añadido en eficacia y eficiencia que le puede proporcionar (bien utilizada, con buenas actividades educativas adecuadas al contexto)

La pizarra digital y las tabletas digitales tienen entornos metodológicos distintos en el aula de clase: la primera es básicamente un instrumento para la comunicación y discusión en gran grupo, la segunda básicamente para el trabajo personal o en pequeño grupo.  No obstante, resulta está fuera de toda duda que las exposiciones verbales/gestuales del profesor o de los alumnos frente a toda la clase (y cuando todos los alumnos miran al orador interactuando con la fuente de información –PDI-) mejoran la atención del auditorio y  la eficacia de la comunicación.

No se pierde la comunicación no verbal del orador (alumnos o profesor) delante de toda la clase, y su potencial de llamar la atención, motivar,  facilitar la comprensión, ver las caras de los demás y ajustar el discurso...

La pizarra digital es un recurso educativo, que bien utilizado puede facilitar el desarrollo de muchas de estas actividades de aprendizaje de alto potencial didáctico. Así, la pizarra digital acerca al aula, la inmediatez del mundo del alumno y sostiene la atención de un alumnado disperso y activo, pudiendo desarrollar (si la situación lo permite) actividades mentales más complejas (deducir, inferir, extrapolar) combinando agilidad y complejidad.


  1. Un visor de documentos en cada aula.
El lector de documentos (conectado al videoproyector o PDI), al permitir proyectar cualquier documento u objeto (no digital) facilita compartir de manera fácil entre toda la clase y estudiar múltiples materiales interesantes (no digitales, prácticas de laboratorio en vivo...), que muchas veces pueden traer los propios alumnos.

Debería estar siempre presente y operativo en la mesa del profesor (como la pizarra).

  1. Sistema de audio en cada aula.
Un sistema de audio (unos simples altavoces) que no haga necesario que los alumnos lleven auriculares para escuchar a nivel general. Los auriculares sólo se emplearían para escuchar de la tableta o del móvil. El audio debe tener suficiente calidad para discriminar correctamente los sonidos especialmente en las asignaturas de idiomas. 

  1. Un ordenador que pueda manejar el profesor en cada aula con tarjeta gráfica y memoria suficiente.
A través de él se accede a la plataforma que permite el control del aula y a los elementos didácticos que el profesor necesita para su actividad docente. Tiene que soportar la reproducción en HD. 

  1. Dispositivos digitales tipo ipad desde 1º de infantil hasta 4º de primaria para trabajo de grupo o por rincones proporcionados por el centro.
Sería el complemento necesario de la pizarra digital. Se utilizarían para trabajos colaborativos en pequeños equipos con las aplicaciones educativas que están mucho más desarrolladas, hoy por hoy, en el ámbito de apple que en de android. Es estos cursos no consideramos necesario que cada alumno emplee un dispositivo sino que creemos que es suficiente que varios (no muchos) lo compartan para conseguir el efecto deseado.

  1. Tableta digital en 3º ciclo de primaria o tableta digital o Smartphone en la ESO personales y propiedad de cada alumno. En el caso de alumnos desfavorecidos el centro podría proporcionar a estos alumnos dispositivos mediante un sistema de alquiler a un precio módico.
La disponibilidad de un dispositivo digital (tableta, smartphone:..) aporta a los estudiantes autonomía en acceso a todo tipo de información (textual, multimedia, con realidad aumentada…), disponer de potentes instrumentos para ayudarle en el proceso de datos (mapas conceptuales, hoja de cálculo…), más posibilidades comunicación entre iguales y con el profesor (a través de la plataforma de centro y las redes), realización de trabajos colaborativos on-line, acceso a libros de texto digitales y a otros muchos recursos didácticos (en muchos casos con ejercicios autocorrectivos y simuladores)…Pero además el trabajo con estos dispositivos facilita también el desarrollo de las competencias digitales que deben adquirir los estudiantes (entre ellas acostumbrarse a trabajar con el apoyo de su "memoria auxiliar" en el pendrive o la nube). Las competencias solo se pueden adquirir dedicando horas a trabajar con recursos TIC. Se hace necesario disponer de un adecuado curriculum de competencias TIC repartido entre diversos cursos. Y por supuesto hay que considerar que los alumnos (igual que los profesores), también necesitarán formación en el uso de estos dispositivos, y especialmente sobre sus posibilidades educativas. Por ejemplo las específicas de las tabletas al disponer de cámara de fotos/vídeo y sensores, las que se puedan derivar de su mayor transportabilidad, etc. Hemos evolucionado de utilizar todos la misma tecnología a que cada uno utilice la que quiera y últimamente cada vez más de forma colaborativa.

El mercado posibilita el acceso a dispositivos de una calidad adecuada a unos precios razonables. Las familias a cierta edad (5º de primaria) se los compran para fines recreativos. Además la administración educativa no los va a facilitar la dotación de dispositivos a los centros por carencias presupuestarias, salvo que la situación cambie y mucho.

Otras consideraciones: 

  1. Los contenidos educativos multimedia de las editoriales en muchos casos son de baja calidad, se limitan a pasar el libro  al ordenador con algunos complementos multimedia. Tienen poco atractivo, lo que contrasta con los juegos a los que los alumnos están acostumbrados a jugar.
De las carencias de los contenidos digitales de las editoriales a menudo te das cuenta cuando ya los has comprado y lo usas. Los contenidos educativos están dispersos, y esto complica a labor del profesor. Además, muchas veces los contenidos que se encuentran, los que están accesibles (sean de editoriales o de libre acceso en Internet) no  gustan al profesor porque no responden suficientemente a lo que necesitan para sus alumnos.

También hay que tener en cuenta que para muchos profesores el uso del libro de texto tradicional o digital es una guía segura en su práctica docente .

Pensamos que el profesor que emplee contenidos digitales, sean cuales sean éstos, reflexione sobre el uso de una carpeta docente o portafolio docente (como hacen los alumnos que llevan un portafolio digital donde van recopilando sus trabajos y sus reflexiones sobre los aprendizajes realizados). Esta carpeta le permitiría no sólo ordenar sus contenidos (los que vaya encontrando o creando), sino también dar coherencia y significado a la metodología, didáctica y evaluación de competencias que se llevan a cabo. Allí, además de recopilar sus materiales didácticos de referencia, cada profesor va recogiendo sus ideas y sus reflexiones (con argumentos). Con todo, hay que procurar que no suponga mucho más trabajo para el docente y para ello todos los profesores (organizados por niveles y asignaturas) trabajarían en colaboración, por itinerarios, seleccionando y elaborando materiales entre todos en tiempo de reuniones. Estos materiales, que se irían depositando debidamente organizados por niveles y materias (por itinerarios) en la plataforma de centro, luego serán utilizados por todos con sus alumnos.  

  1. Los códigos QR pueden tener múltiples aplicaciones (facilita el acceso a la información…) y puede contribuir a hacer más motivadoras algunas actividades educativas. Pero es necesario que los alumnos dispongan de tabletas digitales o smartphones.
La realidad aumentada, en sus diversas modalidades (con cartulina, reconocimiento de imagen o geolocalización) también empiezan a proporcionar materiales didácticos interesantes, así como la posibilidad de que los propios alumnos desarrollen proyectos de realidad aumentada.

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