Refitolero

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lunes, 22 de enero de 2018

Cultura maker en las aulas



Soy Paco Lagraba, profesor de Geografía e Historia. Trabajo en un colegio de Zaragoza en los cursos 1º y 2º de ESO. Comencé en las clases en el año 1986 (cuando todavía estaba la EGB) por lo que tras 32 años se puede decir que soy un veterano pero con ganas de aprender y espero que con cuerda para rato.

Inicio con ilusión este MOOC, que es el cuarto que comienzo, con la idea de mejorar las experiencias que mis alumnos tienen en el aula para conseguir mejores aprendizajes, de más calidad.
El jueves pasado asistí a una mesa redonda en la que participaba un investigador sobre le genoma humano de la Universidad de Oviedo Carlos López Otín. En el salón estábamos unas 500 personas, lleno absoluto, muchas de ellas profesores y eso me llamó mucho la atención.

Las ideas que más me llamaron la atención fueron:
El talento es el bien mejor repartido que existe ya que todas las personas tienen uno (analizando los genes de las personas hoy en día se puede saber cuál es su talento)
El desarrollar o no el talento de las personas depende fundamentalmente de la educación recibida en la familia, en la escuela y en el entorno social, es decir si tienes oportunidades para poder desarrollarlo o no.
Hoy en día la función del profesor no consiste en transmitir la información. Con la tecnología actual se encuentra pulsando un botón en los dispositivos que todos manejamos.
Hay que distinguir entre información y conocimiento. La información se puede adquirir rápidamente pero el proceso del conocimiento es lento y requiere esfuerzo, dedicación y reflexión.
Los alumnos en las escuelas deberían aprender tres cosas: a pensar (construir conocimiento con la información, clasificar, tomar decisiones etc…) a sentir (saber lo que está bien y lo que está mal para obrar correctamente pensando en el bien común) y a hacer (diseñar, imaginar y materializar cosas que antes no existían) Y consecuentemente si los alumnos deberían aprender todo eso los profesores deberíamos enseñarlo y crear en clase las condiciones para que eso fuera posible.

La cultura maker es necesaria en las aulas, no por activismo sino, acompañada del pensamiento y el sentimiento, poder desarrollar el talento de los alumnos. Tenemos que intentar que nuestros alumnos sean autónomos, sepan hacer las cosas por ellos mismos, sean cada vez más competentes para hacerlas bien y todo ello colaborando con otros y sabiendo trabajar juntos. El "hazlo por ti mismo" y el "hazlo con otros" de la cultura maker tiene desde esta perspectiva todo el sentido.

Esta idea la he experimentado desde pequeño cuando en los scouts y siguiendo la máxima del “aprender haciendo” mis monitores nos enseñaban en los campamentos todo lo que era necesario saber haciendo multitud de construcciones, marchas, observaciones, primeros auxilios… Lo mismo hice yo con los chicos y chicas cuando fui monitor.
De alguna manera de profesor he hecho actividades, trabajos en grupo etc, con mis alumnos pero como algo complementario a la clase tipo explicación, ejercicios, examen.

Hace unos 9 años en el aula mis clases dieron un giro cuando tuve la suerte de recibir formación sobre el ABP de tal manera que en la actualidad el proyecto es lo fundamental en la acción y en la evaluación de la asignatura. La idea de que el proyecto tenía que ir ligado a un producto que se socializa y que se evalúa el desempeño y no sólo el resultado final fue algo que, aunque conocido por mí en el ámbito de la educación en el tiempo libre, aplicarlo en el aula me abrió las puertas.

En este blog hay varias entradas de mis experiencias y proyectos basadas en mi intuición y el la formación recibida. Pero espero con este MOOC conocer bien las claves de la “cultura” y abrir nuevos campos junto con mis compañeros del curso.

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