1.-
Antes de empezar a contestar lee rápidamente todas las preguntas.
2.-
Clasifica las preguntas por orden de dificultad, de las que te resulten más
sencillas a las más complicadas. Pregunta siempre al profesor si no entiendes
algún enunciado. Si no entiendes el enunciado no vas a poder contestar
correctamente.
3.-
Empieza a resolver primero las preguntas que te resulten más fáciles.
4.-
Distribuye equitativamente el tiempo del que dispones entre todas las preguntas
del examen.
5.- Si
una pregunta te lleva más tiempo del que le corresponde déjala y pasa a la
siguiente. Si otras preguntas del examen las resuelves más rápido y recuperas
tiempo al final retoma la que has dejado
e intenta resolverla.
6.-
Haz una letra clara. El profesor tiene que entender lo que pones.
7.-
Emplea los 5 últimos minutos en repasar las respuestas y corregir faltas de
ortografía.
8.-
No entregues hasta el final. Mientras tú
tienes el examen lo puedes mejorar y corregir. Cuando lo tiene el profesor ya
no hay remedio. Recuerda: carta en la mesa, pesa.
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